A Rafael le gusta organizar sesiones de sexo duro. Encontró un bonito squat donde decidió montar un trío caliente con Chupapollas, al que planeaba dominar con su colega Anderson. Rafael puso a los dos tíos cachondos de cojones: a Anderson le ensalzó las habilidades de mamada y obediencia de Chupapollas, prometiéndole buen sexo voyeur y grandes mamadas, y a Chupapollas le encendió el culo asegurándole que iba a recibir una buena dosis de pollas XXL de macho. Los tíos se juntan y se pasa directamente a la zoofilia. Rafael lleva la voz cantante, dominando a Chupapollas y convirtiéndolo en un puro adorador de pollas al servicio suyo y de Anderson. Luego hunde cada centímetro en el agujero extasiado del fondo, mientras Anderson mira excitado. Todo va a oler a sexo y el semen va a fluir.